Rodrigo Paz ganó el balotaje en Bolivia

El centroderechista Rodrigo Paz Pereira (Partido Demócrata Cristiano, PDC) se convirtió este domingo en el presidente electo de Bolivia, al obtener 54,5 por ciento de los votos, según datos del Tribunal Supremo Electoral con casi el 98 por ciento de las actas computadas.

El economista, de 58 años, nacido en España cuando sus padres se encontraban exiliados durante los gobiernos militares de Bolivia, se enfrentó en las urnas a Jorge «Tuto» Quiroga, quien obtuvo el 45, 5 por ciento de los votos, en una elección que marcó el fin a dos décadas de gobiernos del Movimiento Al Socialismo (MAS, izquierda).

Desde posiciones que oscilan entre el centro y la centroderecha, Paz propone un «plan de estabilización» para la maltrecha economía boliviana, a través de la profundización de la relación con organismos internacionales y la idea de un «capitalismo para todos», que busca eliminar las «trancas» del Estado que, según entiende, impiden el despegue económico de buena parte de la población.

Familia y herencia

Rodrigo Paz llegó a la candidatura presidencial tras un largo periplo en la política local. Comenzó siendo diputado por el departamento de Tarija (sur) en 2002, repitió el mandato en 2005 por la alianza Podemos (dirigida entonces por el propio Quiroga), fue luego consejero municipal de la ciudad homónima en 2010, alcalde entre 2015 y 2020, y senador por la alianza Comunidad Ciudadana, del expresidente Carlos Mesa (2003-2005), entre 2020 y 2025.

El candidato procede además de una familia con prosapia en la política boliviana. Es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), quien también fue vicepresidente entre 1982 y 1984. Y es sobrino nieto de Víctor Paz Estenssoro, presidente del país en cuatro ocasiones, entre 1952 y 1989.

Como señal de patriotismo, Paz recordó varias veces durante la campaña a su abuelo Néstor Paz Galarza, héroe de la Guerra del Chaco (1932-1935), hecho prisionero en Paraguay, de donde escapó para regresar al campo de batalla.

Y, como señal de resiliencia familiar, se ha referido también al brutal accidente automovilístico que sorteó su madre en Bogotá, durante el exilio. Por no hablar del atentado aéreo que padeció su padre en 1980, del que fue el único sobreviviente y resultó con graves heridas en el rostro.

Las propuestas

En su programa de gobierno, Paz Pereira se refiere a un «modelo económico 50-50», que propone una redistribución fiscal para entregar la mitad de los fondos del Estado a la administración central y la otra mitad a entidades territoriales y universidades públicas.

Entre sus otras propuestas también figura el cierre o congelamiento de empresas públicas deficitarias, la unificación del tipo de cambio, la diversificación de las fuentes de ingreso energético y el fuerte impulso a la minería con aumento de la producción de litio y del oro.

El candidato también propone una reforma judicial y de la administración pública; eliminar a la aduana, bajar aranceles e impuestos e impulsar el crédito, en lo que resumió recientemente como «platita para todos».

En entrevista con la Agencia Sputnik, a fines de septiembre, el candidato del PDC rechazó ser calificado como de «centroderecha», se definió como «de centro» y abogó por el desarrollo en Bolivia de un «capitalismo para todos».

«Significa entender al 85 por ciento de la economía informal que trabaja mediante capital y al 15 por ciento de la economía formal que tiene a un Estado-tranca que no les permite desarrollarse», aclaró.

Asimismo, en su afán por recoger votos de la izquierda y la centroizquierda, rechazó la idea de realizar un «ajuste fiscal» y en cambio enfatizó en la necesidad de llevar adelante un plan de «estabilización».

«Yo no voy a hacer ajuste, vamos a hacer un proceso, que es necesario en Bolivia, de estabilización. La economía está desestabilizada. Faltan dólares para el comerciante, faltan dólares para el productor. Porque, se quiera o no, en el exterior se compran los repuestos que usa Bolivia en dólares. Hasta a China le pagas en dólares», afirmó.

El corrimiento a la izquierda incluso le valió a Paz en septiembre una denuncia del partido «Evo Pueblo», liderado por el expresidente Evo Morales (2006-2019), que acusó al PDC por presuntamente haber plagiado su programa de gobierno para mostrar una supuesta cercanía con los votantes del líder cocalero.

En compañía

La fórmula presidencial del PDC incluye como candidato a vicepresidente a Edman «Capitán» Lara, un abogado y excapitán de la Policía sin experiencia en la administración pública, que tiene como punta de lanza la lucha contra la corrupción.

Nacido el 16 de octubre de 1985 en Villa Rivero, Cochabamba, y establecido en Santa Cruz de la Sierra, Lara es conocido por su activismo en redes sociales, especialmente TikTok, donde denunció presuntos actos de corrupción dentro de la policía boliviana, lo que le valió una amplia popularidad.

En septiembre, Lara dijo a esta agencia que confía en que el binomio del PDC ganará el balotaje con más del 50 por ciento del respaldo popular.

Con su perfil outsider, el candidato a vicepresidente es considerado un activo electoral importante del PDC. Los medios bolivianos atribuyen a su carisma el inesperado apoyo que recibió Paz en la primera vuelta de las elecciones, sin ser favorito en las encuestas de intención de voto.

Con casi ocho millones de habilitados, Bolivia celebró el domingo el primer balotaje de su historia. De acuerdo al TSE, se registró una participación de entre el 85 y el 89 por ciento. Paz asumirá el próximo 8 de noviembre por un periodo de cinco años.

Sputnik

 El candidato del Partido Demócrata Cristiano derrotó a Jorge «Tuto» Quiroga con el 54.6% de los votos. Asumirá el 8 de noviembre.  

El centroderechista Rodrigo Paz Pereira (Partido Demócrata Cristiano, PDC) se convirtió este domingo en el presidente electo de Bolivia, al obtener 54,5 por ciento de los votos, según datos del Tribunal Supremo Electoral con casi el 98 por ciento de las actas computadas.

El economista, de 58 años, nacido en España cuando sus padres se encontraban exiliados durante los gobiernos militares de Bolivia, se enfrentó en las urnas a Jorge «Tuto» Quiroga, quien obtuvo el 45, 5 por ciento de los votos, en una elección que marcó el fin a dos décadas de gobiernos del Movimiento Al Socialismo (MAS, izquierda).

Desde posiciones que oscilan entre el centro y la centroderecha, Paz propone un «plan de estabilización» para la maltrecha economía boliviana, a través de la profundización de la relación con organismos internacionales y la idea de un «capitalismo para todos», que busca eliminar las «trancas» del Estado que, según entiende, impiden el despegue económico de buena parte de la población.

Familia y herencia

Rodrigo Paz llegó a la candidatura presidencial tras un largo periplo en la política local. Comenzó siendo diputado por el departamento de Tarija (sur) en 2002, repitió el mandato en 2005 por la alianza Podemos (dirigida entonces por el propio Quiroga), fue luego consejero municipal de la ciudad homónima en 2010, alcalde entre 2015 y 2020, y senador por la alianza Comunidad Ciudadana, del expresidente Carlos Mesa (2003-2005), entre 2020 y 2025.

El candidato procede además de una familia con prosapia en la política boliviana. Es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), quien también fue vicepresidente entre 1982 y 1984. Y es sobrino nieto de Víctor Paz Estenssoro, presidente del país en cuatro ocasiones, entre 1952 y 1989.

Como señal de patriotismo, Paz recordó varias veces durante la campaña a su abuelo Néstor Paz Galarza, héroe de la Guerra del Chaco (1932-1935), hecho prisionero en Paraguay, de donde escapó para regresar al campo de batalla.

Y, como señal de resiliencia familiar, se ha referido también al brutal accidente automovilístico que sorteó su madre en Bogotá, durante el exilio. Por no hablar del atentado aéreo que padeció su padre en 1980, del que fue el único sobreviviente y resultó con graves heridas en el rostro.

Las propuestas

En su programa de gobierno, Paz Pereira se refiere a un «modelo económico 50-50», que propone una redistribución fiscal para entregar la mitad de los fondos del Estado a la administración central y la otra mitad a entidades territoriales y universidades públicas.

Entre sus otras propuestas también figura el cierre o congelamiento de empresas públicas deficitarias, la unificación del tipo de cambio, la diversificación de las fuentes de ingreso energético y el fuerte impulso a la minería con aumento de la producción de litio y del oro.

El candidato también propone una reforma judicial y de la administración pública; eliminar a la aduana, bajar aranceles e impuestos e impulsar el crédito, en lo que resumió recientemente como «platita para todos».

En entrevista con la Agencia Sputnik, a fines de septiembre, el candidato del PDC rechazó ser calificado como de «centroderecha», se definió como «de centro» y abogó por el desarrollo en Bolivia de un «capitalismo para todos».

«Significa entender al 85 por ciento de la economía informal que trabaja mediante capital y al 15 por ciento de la economía formal que tiene a un Estado-tranca que no les permite desarrollarse», aclaró.

Asimismo, en su afán por recoger votos de la izquierda y la centroizquierda, rechazó la idea de realizar un «ajuste fiscal» y en cambio enfatizó en la necesidad de llevar adelante un plan de «estabilización».

«Yo no voy a hacer ajuste, vamos a hacer un proceso, que es necesario en Bolivia, de estabilización. La economía está desestabilizada. Faltan dólares para el comerciante, faltan dólares para el productor. Porque, se quiera o no, en el exterior se compran los repuestos que usa Bolivia en dólares. Hasta a China le pagas en dólares», afirmó.

El corrimiento a la izquierda incluso le valió a Paz en septiembre una denuncia del partido «Evo Pueblo», liderado por el expresidente Evo Morales (2006-2019), que acusó al PDC por presuntamente haber plagiado su programa de gobierno para mostrar una supuesta cercanía con los votantes del líder cocalero.

En compañía

La fórmula presidencial del PDC incluye como candidato a vicepresidente a Edman «Capitán» Lara, un abogado y excapitán de la Policía sin experiencia en la administración pública, que tiene como punta de lanza la lucha contra la corrupción.

Nacido el 16 de octubre de 1985 en Villa Rivero, Cochabamba, y establecido en Santa Cruz de la Sierra, Lara es conocido por su activismo en redes sociales, especialmente TikTok, donde denunció presuntos actos de corrupción dentro de la policía boliviana, lo que le valió una amplia popularidad.

En septiembre, Lara dijo a esta agencia que confía en que el binomio del PDC ganará el balotaje con más del 50 por ciento del respaldo popular.

Con su perfil outsider, el candidato a vicepresidente es considerado un activo electoral importante del PDC. Los medios bolivianos atribuyen a su carisma el inesperado apoyo que recibió Paz en la primera vuelta de las elecciones, sin ser favorito en las encuestas de intención de voto.

Con casi ocho millones de habilitados, Bolivia celebró el domingo el primer balotaje de su historia. De acuerdo al TSE, se registró una participación de entre el 85 y el 89 por ciento. Paz asumirá el próximo 8 de noviembre por un periodo de cinco años.

Sputnik

 Mundo – Tiempo Argentino

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