Pablo Llonto: «Maradona tenía consciencia social y política y un especial sentimiento contra las injusticias»

El abogado especialista en Derechos Humanos conoció de cerca a Diego cuando trabajaba como periodista en Clarín, donde era delegado sindical. El 10 se solidarizó con él tras su despido. «Sin ser un militante, Diego pasó a ser en muchos aspectos la voz de los que no tenían voz», lo define.  

Hay muchísimas razones para admirar a Pablo Llonto, un fuera de serie como abogado, periodista, escritor y militante. Pero, además, conoció de primera mano todo el proceso que llevó a Diego Maradona a ser la figura que terminó siendo también fuera del fútbol.

–¿Cómo empieza tu conflicto con Clarín?

–La prohibición de ingreso que me impone Clarín es de 1991. Yo era delegado sindical y habíamos tenido un conflicto muy grande con la empresa. Se había tomado la planta, había habido una orden de desalojo por parte de una jueza, un tema bastante pesado y violento, y habíamos terminado derrotados. Nos sacaron y no ganamos el aumento de sueldo que pedíamos.

-Y ellos vieron el momento de contraatacar.

-Clarín avanza contra el activismo sindical y arranca conmigo. Me inician cinco juicios al mismo tiempo y en uno de esos juicios que inician, le piden a un juez que ordene una medida cautelar de prohibirme la entrada, y el juez la concede.

-¿Tus compañeros pudieron organizarse?

-No había fuerza, estábamos derrotados. Se hacían colectas para mí porque no me pagaban, y asambleas. Cuando yo quería intervenir en la asamblea, como no podía entrar, dos compañeros leían mis cartas. Eso duró más o menos cuatro meses, hasta enero del ‘92. Yo ya estaba agotado, así que mandé una carta hacia adentro diciendo que agradecía todo, que iba a seguir siendo delegado, pero que iba a empezar a buscar laburo.

Pablo Llonto: "Maradona tenía consciencia social y política y un especial sentimiento contra las injusticias"

–¿Dónde conseguiste?

-Me da laburo Alfredo Leuco en la Revista Somos. Yo ya traía esa fama de amigote de Maradona, que lo habían suspendido por el doping en Italia y estaba en Argentina. Ahí me contacto. Diego ya había iniciado las gestiones o estaba ya a punto de arreglar para ir al Sevilla. Se estaba preparando en una estancia que tenía Antonio Alegre en su pueblo, Chacabuco. Voy, le hago una nota larga y como era lejos Diego me ofreció quedarme a dormir. Recién ahí le comento lo de Clarín, porque él no sabía toda esta historia.

–¿Qué te dijo?

–Después de que sale publicada la nota no me dice nada del tema, fue un «Qué hijos de puta» y nada más. Yo cada tanto iba de nuevo a la puerta de Clarín, y en un momento quienes habían sido mis compañeros me dicen «Che, boludo, ¿sabías?”. “No, ¿qué pasó?». Y ahí me cuentan que (Horacio) Pagani había ido para España cuando Maradona debuta oficialmente en Sevilla y que Diego le había dicho que la cosa no era con él, pero que no le iba a dar reportajes a Clarín hasta que no me reincorporaran.

-¿Te lo esperabas?

-No, pero cuando me lo dijeron obvio que me puse muy contento. Recién cuando él regresa yo lo encuentro y le agradezco. Muchos meses después, pero personalmente. Volvió a decir «Estos hijos de puta…”, que sé yo.

-¿Cuánto duró esa negativa suya?

-Hasta el año ‘94, cuando a él lo excluyen del Mundial de Estados Unidos. Me entero por mi gran amigo [Mariano] Hamilton, que me cuenta que Diego regresa después de que a Argentina la eliminan. En el aeropuerto Hamilton se le acerca para hacer una nota y Diego le dice «Sí, está bien, hablemos porque yo ahora ya soy un exjugador”. Maradona no habló para Clarín desde septiembre de 1992 hasta junio de 1994.

-¿De dónde le salía eso de estar fijándose en el otro, esa solidaridad? Porque eso de no querer hablar entiendo que se le ocurrió a él.

-Él tenía un especial sentimiento contra las injusticias. Si me preguntás desde cuándo, uno podría empezar a ubicar eso sobre todo a finales de la dictadura. Yo creo que al igual que a todos los de nuestra generación, porque ambos somos del ‘60, le empieza a mover la conciencia social y política lo mismo que a nosotros, el tema del fin de la dictadura. Yo creo que eso lo sacude.

-Cuando te ponés a buscar y recordar, construyó muchísimas historias desde ese lado.

-Según él, a los tres días de la bomba en la AMIA, fue solo a una manifestación impresionante al Congreso. Ese día llovió, todos los videos se ven únicamente paraguas. Diego me dijo que fue solo. Yo no le creía. “¿Nadie te vio?”. “Nadie me vio. Fui con un paraguas, tranquilito”. Él dice que fue. Tiene que haber ido con piloto, capucha, todo así, si en ese momento no había manera de no conocer a Maradona..

Pablo Llonto: "Maradona tenía consciencia social y política y un especial sentimiento contra las injusticias"

Aún con todo eso, muchas veces terminó pareciendo una contradicción.

-Si buscás el hombre con conciencia revolucionaria y de principios, seguro que sí. O sea, Diego hoy estaría abrazado a mucho de la lucha feminista, pero él no fue un feminista. Todo lo contrario, tuvo posiciones muy machistas durante mucho tiempo. Así que sí, había mucha contradicción.

-¿Leía?

-No. O sí, leía un poco, pero no… Tuve intentos y fracasé. Antes de que formara el Sindicato de Futbolistas, como venía hablando de eso, yo le di un material sobre sindicalismo. Mirá vos las vueltas de la vida, ¡se lo di en Punta del Este! Él estaba en una quinta, voy a hacerle una nota…  Le llevé unos apuntes para formar sindicatos con toda la idea bien troska, “que la base decida”, una locura.

-No pareció que haya tomado algo.

-Tenía una concepción más superestructural del sindicalismo, lo hablamos ahí entre champán y champán (risas). Él pensaba: “si yo formo un sindicato con 200 figuras del mundo, todos los futbolistas van a ir a ese sindicato”. Yo le discutía, era al revés. Lo que tenés que hacer es ganar a la base de los futbolistas y formar con eso un gran sindicato. Obvio que él igual formó el sindicato con todas esas figuras, tuvo mucha prensa, pero tenía que pelear contra una estructura ya formada desde antes. Duró muy poco.

-¿Desde qué lugar hay que recordar a Diego hoy teniendo en cuenta el contexto político argentino?

-Yo creo que para siempre va a ser ubicado en la historia deportiva, política, social de la Argentina como el deportista que llegando a los niveles estratosféricos a los que llegó no perdió su carácter popular. Y no sólo no lo perdió, tomó conciencia de muchas cosas, esa toma de conciencia lo hizo posicionarse en muchos aspectos y sin ser un militante pasó a ser en muchos aspectos la voz de los que no tenían voz.  «

(*) Esta entrevista fue publicada en la revista N°10 del proyecto periodístico La Pelota Siempre al 10. Para adquirir los ejemplares, el siguiente link:  https://lapelotasiemprealdiez.mitiendanube.com/productos/revista-n10-diego-armando-maradona

 Deportes – Tiempo Argentino

Hay muchísimas razones para admirar a Pablo Llonto, un fuera de serie como abogado, periodista, escritor y militante. Pero, además, conoció de primera mano todo el proceso que llevó a Diego Maradona a ser la figura que terminó siendo también fuera del fútbol.

–¿Cómo empieza tu conflicto con Clarín?

–La prohibición de ingreso que me impone Clarín es de 1991. Yo era delegado sindical y habíamos tenido un conflicto muy grande con la empresa. Se había tomado la planta, había habido una orden de desalojo por parte de una jueza, un tema bastante pesado y violento, y habíamos terminado derrotados. Nos sacaron y no ganamos el aumento de sueldo que pedíamos.

-Y ellos vieron el momento de contraatacar.

-Clarín avanza contra el activismo sindical y arranca conmigo. Me inician cinco juicios al mismo tiempo y en uno de esos juicios que inician, le piden a un juez que ordene una medida cautelar de prohibirme la entrada, y el juez la concede.

-¿Tus compañeros pudieron organizarse?

-No había fuerza, estábamos derrotados. Se hacían colectas para mí porque no me pagaban, y asambleas. Cuando yo quería intervenir en la asamblea, como no podía entrar, dos compañeros leían mis cartas. Eso duró más o menos cuatro meses, hasta enero del ‘92. Yo ya estaba agotado, así que mandé una carta hacia adentro diciendo que agradecía todo, que iba a seguir siendo delegado, pero que iba a empezar a buscar laburo.

Pablo Llonto: "Maradona tenía consciencia social y política y un especial sentimiento contra las injusticias"

–¿Dónde conseguiste?

-Me da laburo Alfredo Leuco en la Revista Somos. Yo ya traía esa fama de amigote de Maradona, que lo habían suspendido por el doping en Italia y estaba en Argentina. Ahí me contacto. Diego ya había iniciado las gestiones o estaba ya a punto de arreglar para ir al Sevilla. Se estaba preparando en una estancia que tenía Antonio Alegre en su pueblo, Chacabuco. Voy, le hago una nota larga y como era lejos Diego me ofreció quedarme a dormir. Recién ahí le comento lo de Clarín, porque él no sabía toda esta historia.

–¿Qué te dijo?

–Después de que sale publicada la nota no me dice nada del tema, fue un «Qué hijos de puta» y nada más. Yo cada tanto iba de nuevo a la puerta de Clarín, y en un momento quienes habían sido mis compañeros me dicen «Che, boludo, ¿sabías?”. “No, ¿qué pasó?». Y ahí me cuentan que (Horacio) Pagani había ido para España cuando Maradona debuta oficialmente en Sevilla y que Diego le había dicho que la cosa no era con él, pero que no le iba a dar reportajes a Clarín hasta que no me reincorporaran.

-¿Te lo esperabas?

-No, pero cuando me lo dijeron obvio que me puse muy contento. Recién cuando él regresa yo lo encuentro y le agradezco. Muchos meses después, pero personalmente. Volvió a decir «Estos hijos de puta…”, que sé yo.

-¿Cuánto duró esa negativa suya?

-Hasta el año ‘94, cuando a él lo excluyen del Mundial de Estados Unidos. Me entero por mi gran amigo [Mariano] Hamilton, que me cuenta que Diego regresa después de que a Argentina la eliminan. En el aeropuerto Hamilton se le acerca para hacer una nota y Diego le dice «Sí, está bien, hablemos porque yo ahora ya soy un exjugador”. Maradona no habló para Clarín desde septiembre de 1992 hasta junio de 1994.

-¿De dónde le salía eso de estar fijándose en el otro, esa solidaridad? Porque eso de no querer hablar entiendo que se le ocurrió a él.

-Él tenía un especial sentimiento contra las injusticias. Si me preguntás desde cuándo, uno podría empezar a ubicar eso sobre todo a finales de la dictadura. Yo creo que al igual que a todos los de nuestra generación, porque ambos somos del ‘60, le empieza a mover la conciencia social y política lo mismo que a nosotros, el tema del fin de la dictadura. Yo creo que eso lo sacude.

-Cuando te ponés a buscar y recordar, construyó muchísimas historias desde ese lado.

-Según él, a los tres días de la bomba en la AMIA, fue solo a una manifestación impresionante al Congreso. Ese día llovió, todos los videos se ven únicamente paraguas. Diego me dijo que fue solo. Yo no le creía. “¿Nadie te vio?”. “Nadie me vio. Fui con un paraguas, tranquilito”. Él dice que fue. Tiene que haber ido con piloto, capucha, todo así, si en ese momento no había manera de no conocer a Maradona..

Pablo Llonto: "Maradona tenía consciencia social y política y un especial sentimiento contra las injusticias"

Aún con todo eso, muchas veces terminó pareciendo una contradicción.

-Si buscás el hombre con conciencia revolucionaria y de principios, seguro que sí. O sea, Diego hoy estaría abrazado a mucho de la lucha feminista, pero él no fue un feminista. Todo lo contrario, tuvo posiciones muy machistas durante mucho tiempo. Así que sí, había mucha contradicción.

-¿Leía?

-No. O sí, leía un poco, pero no… Tuve intentos y fracasé. Antes de que formara el Sindicato de Futbolistas, como venía hablando de eso, yo le di un material sobre sindicalismo. Mirá vos las vueltas de la vida, ¡se lo di en Punta del Este! Él estaba en una quinta, voy a hacerle una nota…  Le llevé unos apuntes para formar sindicatos con toda la idea bien troska, “que la base decida”, una locura.

-No pareció que haya tomado algo.

-Tenía una concepción más superestructural del sindicalismo, lo hablamos ahí entre champán y champán (risas). Él pensaba: “si yo formo un sindicato con 200 figuras del mundo, todos los futbolistas van a ir a ese sindicato”. Yo le discutía, era al revés. Lo que tenés que hacer es ganar a la base de los futbolistas y formar con eso un gran sindicato. Obvio que él igual formó el sindicato con todas esas figuras, tuvo mucha prensa, pero tenía que pelear contra una estructura ya formada desde antes. Duró muy poco.

-¿Desde qué lugar hay que recordar a Diego hoy teniendo en cuenta el contexto político argentino?

-Yo creo que para siempre va a ser ubicado en la historia deportiva, política, social de la Argentina como el deportista que llegando a los niveles estratosféricos a los que llegó no perdió su carácter popular. Y no sólo no lo perdió, tomó conciencia de muchas cosas, esa toma de conciencia lo hizo posicionarse en muchos aspectos y sin ser un militante pasó a ser en muchos aspectos la voz de los que no tenían voz.  «

(*) Esta entrevista fue publicada en la revista N°10 del proyecto periodístico La Pelota Siempre al 10. Para adquirir los ejemplares, el siguiente link:  https://lapelotasiemprealdiez.mitiendanube.com/productos/revista-n10-diego-armando-maradona

 

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