El Gobierno denunció una operación “de inteligencia ilegal destinada a desinformar y desestabilizar el proceso electoral” mientras que la Justicia ordenó frenar la difusión de audios de Karina Milei. Casi en simultáneo, Manuel Adorni informó la decisión del Ejecutivo y minutos después el Poder Judicial resolvió el «cese inmediato» de la difusión de los audios grabados en la Casa de Gobierno y atribuidos a la secretaria General de la Presidencia.

La decisión fue celebrada por el Gobierno, que la interpretó como un reconocimiento a una «violación grave a la privacidad institucional». Asi, la resolución ordena el cese de la difusión «a través de cualquier medio de comunicación de forma escrita y/o audiovisual y/o a través de redes sociales desde todo sitio, plataforma y/o canal web».

Este mismo lunes, Adorni fue el encargado de señalar una maniobra que consistió «en la captación clandestina, manipulación y difusión escalonada de audios privados manipulados de la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y otros funcionarios». Según el relato oficial, el «objetivo fue generar caos, desinformación y condicionar ilegítimamente las próximas elecciones legislativas y nacionales».

A la vez, el Gobierno señaló a cuatro personas como los responsables: los periodistas Mauro Federico y Jorge Rial, el empresario Pablo Toviggino, el abogado Franco Bindi, esposo de la diputada Marcela Pagano y drscripto como «operador judicial vinculado a Fernando Pocino».