Si estamos ante el último Leo jugando en la Argentina, lo que queda es el Messi televisado. Ese Messi, que también es de los últimos, tiene que llegar a todo el país. Más aún cuando no se sabe si la selección será transmitida por la TV Pública durante el Mundial 2026.
El jueves será la última función oficial en el país de Lionel Messi con la selección argentina. Resulta hasta raro escribirlo, no sólo porque el final siempre pareció algo lejano, por la costumbre emocionante de que Messi salga al Monumental con esa camiseta, algo de lo que en octubre se van a cumplir 20 años, sino también porque siempre queda una esperanza dando vueltas. Hasta que cae la ficha de que ya está, de que después de este partido con Venezuela no habrá otro por eliminatorias. Podrá ser algún amistoso, una exhibición, un saludo en una cancha, pero no hay nada por los puntos en el horizonte.
Queda todavía la posibilidad de que Messi se retire con Newell’s. Nunca hay que dejarlo de lado, mucho más después de la experiencia que está atravesando su amigo Ángel Di María en la otra parte de Rosario. El fin de semana pasado le agregó a su vida guionada para Netflix un nuevo capítulo jugando para Central: el primer gol en un clásico, un tiro libre artístico, sobre el final, que además sirvió para ganar el partido. ¿Será contagioso para Messi ver a Di María emocionándose en una cancha rosarina?
“Será un partido muy especial, por eso me va a acompañar mi familia: mi mujer, mis hijos, mis padres, mis hermanos y todos lo que puedan. Lo vamos a vivir de esa manera, después no sé qué pasará”, confirmó Messi esta semana después de ganarle con Inter Miami a Orlando City por la Leagues Cup por 3-1 con dos goles propios. Este domingo jugará la final con Seattle Sounders. Después habrá amistosos, dos en Estados Unidos durante octubre, luego en noviembre en India y Angola, y el año que viene se jugará la Finalissima con España, en marzo. Habrá seguramente otros partidos, pero sobre todo llegará el Mundial a mitad de año. ¿Se abrirán otras posibilidades para verlo a Messi en Argentina? ¿Una despedida del equipo previo a la defensa del título? Todavía no se sabe.
Tampoco se sabe si la selección argentina será transmitida por la TV Pública durante el Mundial. La versión de esta semana fue que el gobierno de Javier Milei había desistido de buscar los derechos de la competición que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá. Tiene tiempo hasta diciembre para hacerlo. Sería la primera vez desde Alemania 74 que un Mundial no se vea por la pantalla pública. El vocero presidencial, Manuel Adorni, lo desmintió. Lo hizo después de veinte días de silencio en medio del escándalo de sobornos que tiene a las corridas a los libertarios. Sin responder a preguntas de los periodistas acreditados, apenas con un monólogo, Adorni dijo que él mismo está a cargo de las negociaciones para que la TV Pública tenga los derechos y el Mundial pueda verse en todo el país.
Por ahora, la transmisión está en manos de Telefé para la televisión abierta, de TyC Sports para el cable y DirectTV para la satelital. Pero se sabe que la TV Pública llega a cada rincón. El artículo 77 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que obliga a transmitir los eventos de interés público, sigue vigente. Sin embargo, el gobierno de Milei lo incumple porque no convoca a las audiencias y, por lo tanto, no se realizan las listas de lo que habría que transmitir cada año.
Para reforzar esta situación, además, el diputado Esteban Paulón presentó un proyecto de resolución en la Cámara baja para instar a las autoridades de Radio y Televisión Argentina a que busquen los derechos del Mundial. “Esta situación profundiza la política de vaciamiento de la emisora, única en el país en llegar a todos los hogares de manera abierta y gratuita”, dice el texto. Se calcula que se trata de una inversión de 7 millones de dólares, explica Paulón, los cuales pueden ser recuperados con la comercialización de la transmisión.
El diputado socialista sostiene que no sólo se trata del derecho al acceso de la población a los partidos de la selección y del Mundial. “También -le dice a Tiempo– representa una extraordinaria oportunidad comercial en un contexto donde el gobierno lo único que hace es repetir que no hay plata”. Ante el rechazo que produjo, el oficialismo tuvo que retroceder y anunció que la televisión pública intentará televisar el Mundial. De todos modos, Paulón mantiene su proyecto y buscará que sea aprobado.
Si estamos ante el último Messi jugando en la Argentina, lo que queda es el Messi televisado. Ese Messi, que también es de los últimos, tiene que llegar a todo el país.
Deportes – Tiempo Argentino
El jueves será la última función oficial en el país de Lionel Messi con la selección argentina. Resulta hasta raro escribirlo, no sólo porque el final siempre pareció algo lejano, por la costumbre emocionante de que Messi salga al Monumental con esa camiseta, algo de lo que en octubre se van a cumplir 20 años, sino también porque siempre queda una esperanza dando vueltas. Hasta que cae la ficha de que ya está, de que después de este partido con Venezuela no habrá otro por eliminatorias. Podrá ser algún amistoso, una exhibición, un saludo en una cancha, pero no hay nada por los puntos en el horizonte.
Queda todavía la posibilidad de que Messi se retire con Newell’s. Nunca hay que dejarlo de lado, mucho más después de la experiencia que está atravesando su amigo Ángel Di María en la otra parte de Rosario. El fin de semana pasado le agregó a su vida guionada para Netflix un nuevo capítulo jugando para Central: el primer gol en un clásico, un tiro libre artístico, sobre el final, que además sirvió para ganar el partido. ¿Será contagioso para Messi ver a Di María emocionándose en una cancha rosarina?
“Será un partido muy especial, por eso me va a acompañar mi familia: mi mujer, mis hijos, mis padres, mis hermanos y todos lo que puedan. Lo vamos a vivir de esa manera, después no sé qué pasará”, confirmó Messi esta semana después de ganarle con Inter Miami a Orlando City por la Leagues Cup por 3-1 con dos goles propios. Este domingo jugará la final con Seattle Sounders. Después habrá amistosos, dos en Estados Unidos durante octubre, luego en noviembre en India y Angola, y el año que viene se jugará la Finalissima con España, en marzo. Habrá seguramente otros partidos, pero sobre todo llegará el Mundial a mitad de año. ¿Se abrirán otras posibilidades para verlo a Messi en Argentina? ¿Una despedida del equipo previo a la defensa del título? Todavía no se sabe.
Tampoco se sabe si la selección argentina será transmitida por la TV Pública durante el Mundial. La versión de esta semana fue que el gobierno de Javier Milei había desistido de buscar los derechos de la competición que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá. Tiene tiempo hasta diciembre para hacerlo. Sería la primera vez desde Alemania 74 que un Mundial no se vea por la pantalla pública. El vocero presidencial, Manuel Adorni, lo desmintió. Lo hizo después de veinte días de silencio en medio del escándalo de sobornos que tiene a las corridas a los libertarios. Sin responder a preguntas de los periodistas acreditados, apenas con un monólogo, Adorni dijo que él mismo está a cargo de las negociaciones para que la TV Pública tenga los derechos y el Mundial pueda verse en todo el país.
Por ahora, la transmisión está en manos de Telefé para la televisión abierta, de TyC Sports para el cable y DirectTV para la satelital. Pero se sabe que la TV Pública llega a cada rincón. El artículo 77 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que obliga a transmitir los eventos de interés público, sigue vigente. Sin embargo, el gobierno de Milei lo incumple porque no convoca a las audiencias y, por lo tanto, no se realizan las listas de lo que habría que transmitir cada año.
Para reforzar esta situación, además, el diputado Esteban Paulón presentó un proyecto de resolución en la Cámara baja para instar a las autoridades de Radio y Televisión Argentina a que busquen los derechos del Mundial. “Esta situación profundiza la política de vaciamiento de la emisora, única en el país en llegar a todos los hogares de manera abierta y gratuita”, dice el texto. Se calcula que se trata de una inversión de 7 millones de dólares, explica Paulón, los cuales pueden ser recuperados con la comercialización de la transmisión.
El diputado socialista sostiene que no sólo se trata del derecho al acceso de la población a los partidos de la selección y del Mundial. “También -le dice a Tiempo– representa una extraordinaria oportunidad comercial en un contexto donde el gobierno lo único que hace es repetir que no hay plata”. Ante el rechazo que produjo, el oficialismo tuvo que retroceder y anunció que la televisión pública intentará televisar el Mundial. De todos modos, Paulón mantiene su proyecto y buscará que sea aprobado.
Si estamos ante el último Messi jugando en la Argentina, lo que queda es el Messi televisado. Ese Messi, que también es de los últimos, tiene que llegar a todo el país.