Dos décadas de una historia eterna: 10 partidos oficiales de Messi en Argentina

Este jueves, ante Venezuela por el cierre de la clasificación al Mundial 2026, el genio del siglo XXI tendrá en el Monumental su última función por los puntos con la selección en el país. Hoy irrompible y para siempre, la relación con el público atravesó silbidos.  

El miércoles, después de haber clasificado a Inter Miami con un doblete en el 3-1 ante Orlando City a la final de la Leagues Cup (este domingo, desde las 21 hora argentina, frente a Seattle Sounders), Lionel Messi dijo que el partido del jueves próximo ante Venezuela en el Monumental será “muy especial”, porque “es el último de Eliminatorias”. “Por eso -agregó- me va a acompañar toda la familia. Después no sé qué pasará”. La selección argentina -post finalización de Eliminatorias, Finalissima y Copa del Mundo 2026- no volverá a jugar en el país un partido oficial, por lo menos, hasta dentro de un año y medio. “Depende de cómo se sienta -dijo Claudio Tapia, presidente de la AFA-. La camiseta de la selección está disponible por el tiempo que quiera”. Como fuere, es el inicio de un duelo.

9/10/2005, 2-0 a Perú por Eliminatorias 2006, Monumental, Buenos Aires

El debut

Tras el amistoso de urgencia en la cancha de Argentinos ante Paraguay para “asegurarlo” en 2004 y el título en el Mundial Sub 20 de Países Bajos 2005, Messi se presentó en Argentina con la selección mayor en un partido oficial. En el 2-0 del equipo que dirigía José Pekerman, jugó de titular. Compartió ataque con Hernán Crespo. Por detrás, Juan Román Riquelme. Utilizó la N° 19. Había debutado, menos de dos meses antes, en el amistoso ante Hungría en Budapest (expulsado tras 47 segundos  por un supuesto codazo). El partido ante Perú fue la despedida oficial en Argentina antes de Alemania 2006. “La actuación fue desteñida. Eso sí, hubo una presencia, la de Messi, que dotó al equipo de su única cuota de frescura –escribe el periodista anónimo de agencia en la crónica del partido-. Argentina ganó, pero exhibió escasos pasajes de buen fútbol, casi todos desde los pies de Messi. Una despedida que, de no haber sido por Messi, hubiera dejado que desear”.

11/10/2008, 2-1 a Uruguay por Eliminatorias 2010, Monumental

El primer gol

Si su primer gol con la camiseta de la selección había sido en el amistoso ante Croacia en Suiza en 2006 (y su primer gol oficial ante Serbia y Montenegro en el Mundial de Alemania), el primer gol en su país -y oficial- fue en el 2-1 frente a Uruguay en el camino a Sudáfrica 2010, todavía con Alfio “Coco” Basile como DT. Al minuto seis, tras un pase pinchado de Riquelme, Messi entró vacío, de izquierda a derecha, por el segundo palo, y cabeceó con el parietal derecho para vencer al arquero Juan Castillo. Ya no como segunda punta, Messi partía desde el sector derecho del mediocampo, más libre. El segundo gol lo anotó Sergio “Kun” Agüero. Basile sacó a Messi cuando faltaban dos minutos (ingresó el Cata Daniel Díaz). En 2010, luego de su renuncia, Basile advertía: “Messi no puede ser caudillo”. En 2019, Messi contó de él: “El primero que me empezó a hinchar con los tiros libres fue el Coco Basile. ‘Soltá el pie, nene, soltá el pie. Mirá cómo hace Román’. Yo tiraba despacito. ‘Es un centrito’, me decía el Coco”.

28/3/2009, 4-0 a Venezuela por Eliminatorias 2010, Monumental

La N° 10

El debut oficial de Diego Maradona como entrenador de la selección fue, a la vez, el primer partido en el que Messi vistió la N° 10 de Argentina (ya con Riquelme excluido de la citación). Gol (el 1-0) y pase gol (a Carlos Tevez, en el 2-0) para Messi en la goleada contra Venezuela, ya en la posición de enganche, entre dos puntas y tres mediocampistas. Fue, por Maradona y la emblemática N° 10, un pase del testimonio, herencia en cuerpo y mente para la selección. Con Maradona, en el tercer partido del grupo en Sudáfrica 2010, ante Grecia, Messi además fue por primera vez el capitán de la selección (con 22 años, el más joven de la historia). “Me dio mucha satisfacción que Diego me diera el 10. Las dos camisetas que usé se las voy a dar a mi mamá y a mi hermano”, dijo Messi aquel día en el Monumental. “Me jugué la vida por mi país, jugué infiltrado, lesionado. Ojalá que Leo haga eso y mucho más para el bien de los argentinos, ya que tenemos muchas expectativas con lo que pueda llegar a ser él para la selección argentina”, había dicho Maradona antes del partido del legado.

16/7/2011, 1-1 (4-5) con Uruguay por Copa América 2011, Estanislao López, Santa Fe

Drama y silbidos

En el Cementerio de los Elefantes, la selección que entonces dirigía Sergio “Checho” Batista fue eliminada en los cuartos de final de la Copa América en casa, por penales, ante Uruguay. Messi, que había metido el primer penal, lloró en el vestuario. Silbidos, abucheos, ira. Los hinchas le dijeron a la televisión española: Necesitamos un 10, no es Messi” “es un fracaso, no tiene huevos, alma”, “agarra la pelota y no la tiene como en el Barcelona”, “es un invento, una falta de respeto que lo comparen con Maradona”, “no tiene la sangre que tenía Maradona”, “es un pecho frío, camina la cancha”, “nos mandan al doble”, “no ganamos nada con Messi en la selección” y, finalmente, “¡Messi, andate!”. ¿Por qué juega con tanta imprecisión, por qué no canta el himno, por qué agacha la cabeza, por qué no juega como en el Barcelona? Era un tema de debate nacional. Aquella eliminación de la Copa América dejó un editorial de Fernando Niembro, periodista que, años más tarde, bajó una candidatura por el PRO envuelto en un caso de corrupción: “Decepción, falencias y frustración”. “Las críticas de la gente me molestan a mí y a todos, pero somos conscientes de que no hicimos las cosas bien. Ya viví situaciones parecidas, muchas, pero eso no me hace cambiar cada vez que hay que venir a la selección. Vengo a la selección porque lo siento, porque quiero jugar, y siempre intentar lo mejor”, sostuvo Messi, antes de partir.

12/10/2012, 3-0 a Uruguay por Eliminatorias 2014, Malvinas Argentinas, Mendoza

Tiro libre deluxe

Ya con Alejandro Sabella como técnico de la selección, Messi deslumbró con un segundo gol (después de haber marcado el primero, tras un “toco y voy a buscar” con Ángel Di María) en el 3-0 frente a Uruguay en Mendoza: de tiro libre, por debajo de la barrera. Esa noche hubo magia de Messi. Con su primer doblete en un partido oficial (ya había hecho dos goles en el amistoso ante Argelia en Barcelona en 2007), más los dos tripletes de ese año, en amistosos frente a Suiza en Berna y contra Brasil en Nueva Jersey, se empezó a analizar y a estudiar a un Messi que rompía récords (hoy es el máximo goleador histórico de la selección y el futbolista con más presencias con la camiseta argentina). “Messi está por encima del partido -decía Diego Latorre en el comentario televisivo de aquel partido-, Messi está por encima de las palabras, Messi está por encima de la selección argentina”. En 2012, Messi ganará su segundo Balón de Oro consecutivo (y sumará, en total, ocho).

1/9/2016, 1-0 a Uruguay por Eliminatorias 2018, Mendoza

El regreso

Con el pelo rubio, fue la noche del regreso de Messi a la selección, el primer paso para volver a intentar un título. Poco más de dos meses atrás, tras la derrota ante Chile en la Copa América de Estados Unidos 2016 -la tercera final perdida de manera consecutiva-, el 10 había renunciado a la Albiceleste. Edgardo Bauza, técnico debutante aquella noche en Mendoza tras la salida de Gerardo Martino, tuvo su parte: había acudido a Barcelona para convencer a Leo de que regrese a la selección. “Por un lado pensaba que tenía que dar el paso al costado, pero por otro decía que no me podía ir así, que tenía que intentarlo”, diría después. Messi volvió contra Uruguay y anotó, con un rebote en José María Giménez, el gol del 1-0. El público lo ovacionó. «La gente me demostró un cariño impresionante. No engañé a nadie con lo que dije en ese momento, lo sentía. Pero después recapacité, viendo lo que este grupo, la charla con el Patón y el cariño de la gente», dijo Messi, entonces platinado.

5/10/2017, 0-0 con Perú por Eliminatorias 2018, Bombonera, Buenos Aires

La angustia

Ya sin Bauza, pero con Jorge Sampaoli como técnico, Argentina llegó a la anteúltima fecha del camino a Rusia 2018 con el estado emocional tan alterado que decidió cambiar de estadio como quien visita a un chamán para sacudirse la energía negativa. La selección abandonó su histórica casa desde el Mundial 78, el Monumental, y pasó a ser local en la Bombonera, de cuyas tribunas más verticales y cercanas al campo de juego se esperaba que actuaran como una escenografía intimidante para Perú. A falta de un cuadro confiable, Argentina apuntaba al marco. Eran épocas en que Messi actuaba de director de una sinfónica en el Barcelona pero en la selección se apelaba a la acústica de los estadios. El cambio, sin embargo, no se tradujo en una victoria. Con Darío Benedetto y Emiliano Rigoni en ataque, Messi tuvo varias chances, incluido un remate en el palo. El 0-0 con Perú dejó a la selección hasta afuera de la zona de repechaje, aunque con chances de clasificarse en la última fecha, ante Ecuador: en Quito, al fin, llegarían los tres goles de Messi  y el pasaje a Rusia.

8/10/2020, 1-0 a Ecuador por Eliminatorias 2022, Bombonera

Un nuevo inicio

En tiempos de pandemia, y con la Bombonera vacía, un partido hoy olvidado por muchos marcó un comienzo simbólico: el debut de Lionel Scaloni como técnico en partidos oficiales en el país, ya ratificado por la AFA tras una aceptable Copa América en 2019. Con el fútbol también paralizado por el coronavirus, Messi volvió a la selección después de casi un año y aportó, de penal, el gol de la victoria, el primer paso rumbo a la clasificación a Qatar, un paraíso entonces desconocido. “Fue un año complicado por lo que estamos viviendo. Les mando mucha fuerza a todos los argentinos», dijo tras el partido.

16/11/2021, 0-0 con Brasil por Eliminatorias 2022, estadio Bicentenario, San Juan

El prólogo de la eternidad

Flamante campeona de América tras el título conseguido en Brasil, un empate contra los pentacampeones del mundo selló la clasificación al Mundial de Qatar con cuatro fechas de anticipación. Pero ya la energía era otra: la selección había vuelto a enamorar a la gente, había ganado un título después de 28 años, le había dado a Messi la reivindicación que merecía, llevaba 27 partidos invicto y había descubierto a un técnico que estaba fuera de todos los planes y que, ya clasificada, se anima a mirar con buenas perspectivas a Qatar. El mundo se había invertido: sin felicidad en el París Saint Germain, la selección era su refugio.

15/10/2024, 6-0 a Bolivia por Eliminatorias 2026, Monumental

El idilio

Con Argentina ya campeona del mundo 2022 y flamante bicampeona de América 2021-2024, Messi volvió a jugar en la selección tras haberse lesionado en la final ante Colombia, en Miami. Lo hizo contra su víctima favorita, Bolivia: le anotó tres goles, como ya había hecho en 2021, también en el Monumental. En el país había convertido por triplicado, además, ante Haití en la Bombonera, pero en un amistoso de 2018 -el récord, con cinco ante Estonia, fue en España-. Ya en estado de enamoramiento total, de leyenda viviente, el estadio volvió a entregarse: “Que de la mano de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar”. Con 37 años y el fuego sagrado intacto, dijo: “Es muy lindo venir acá. A pesar de la edad, parece que soy un pibe por las boludeces que hago en este plantel. Me siento cómodo con ellos. ¿El Mundial? No me puse fecha, ni plazos. Quiero disfrutar, sentir el cariño de la gente, porque no sé si puede ser lo último”.

 Deportes – Tiempo Argentino

El miércoles, después de haber clasificado a Inter Miami con un doblete en el 3-1 ante Orlando City a la final de la Leagues Cup (este domingo, desde las 21 hora argentina, frente a Seattle Sounders), Lionel Messi dijo que el partido del jueves próximo ante Venezuela en el Monumental será “muy especial”, porque “es el último de Eliminatorias”. “Por eso -agregó- me va a acompañar toda la familia. Después no sé qué pasará”. La selección argentina -post finalización de Eliminatorias, Finalissima y Copa del Mundo 2026- no volverá a jugar en el país un partido oficial, por lo menos, hasta dentro de un año y medio. “Depende de cómo se sienta -dijo Claudio Tapia, presidente de la AFA-. La camiseta de la selección está disponible por el tiempo que quiera”. Como fuere, es el inicio de un duelo.

9/10/2005, 2-0 a Perú por Eliminatorias 2006, Monumental, Buenos Aires

El debut

Tras el amistoso de urgencia en la cancha de Argentinos ante Paraguay para “asegurarlo” en 2004 y el título en el Mundial Sub 20 de Países Bajos 2005, Messi se presentó en Argentina con la selección mayor en un partido oficial. En el 2-0 del equipo que dirigía José Pekerman, jugó de titular. Compartió ataque con Hernán Crespo. Por detrás, Juan Román Riquelme. Utilizó la N° 19. Había debutado, menos de dos meses antes, en el amistoso ante Hungría en Budapest (expulsado tras 47 segundos  por un supuesto codazo). El partido ante Perú fue la despedida oficial en Argentina antes de Alemania 2006. “La actuación fue desteñida. Eso sí, hubo una presencia, la de Messi, que dotó al equipo de su única cuota de frescura –escribe el periodista anónimo de agencia en la crónica del partido-. Argentina ganó, pero exhibió escasos pasajes de buen fútbol, casi todos desde los pies de Messi. Una despedida que, de no haber sido por Messi, hubiera dejado que desear”.

11/10/2008, 2-1 a Uruguay por Eliminatorias 2010, Monumental

El primer gol

Si su primer gol con la camiseta de la selección había sido en el amistoso ante Croacia en Suiza en 2006 (y su primer gol oficial ante Serbia y Montenegro en el Mundial de Alemania), el primer gol en su país -y oficial- fue en el 2-1 frente a Uruguay en el camino a Sudáfrica 2010, todavía con Alfio “Coco” Basile como DT. Al minuto seis, tras un pase pinchado de Riquelme, Messi entró vacío, de izquierda a derecha, por el segundo palo, y cabeceó con el parietal derecho para vencer al arquero Juan Castillo. Ya no como segunda punta, Messi partía desde el sector derecho del mediocampo, más libre. El segundo gol lo anotó Sergio “Kun” Agüero. Basile sacó a Messi cuando faltaban dos minutos (ingresó el Cata Daniel Díaz). En 2010, luego de su renuncia, Basile advertía: “Messi no puede ser caudillo”. En 2019, Messi contó de él: “El primero que me empezó a hinchar con los tiros libres fue el Coco Basile. ‘Soltá el pie, nene, soltá el pie. Mirá cómo hace Román’. Yo tiraba despacito. ‘Es un centrito’, me decía el Coco”.

28/3/2009, 4-0 a Venezuela por Eliminatorias 2010, Monumental

La N° 10

El debut oficial de Diego Maradona como entrenador de la selección fue, a la vez, el primer partido en el que Messi vistió la N° 10 de Argentina (ya con Riquelme excluido de la citación). Gol (el 1-0) y pase gol (a Carlos Tevez, en el 2-0) para Messi en la goleada contra Venezuela, ya en la posición de enganche, entre dos puntas y tres mediocampistas. Fue, por Maradona y la emblemática N° 10, un pase del testimonio, herencia en cuerpo y mente para la selección. Con Maradona, en el tercer partido del grupo en Sudáfrica 2010, ante Grecia, Messi además fue por primera vez el capitán de la selección (con 22 años, el más joven de la historia). “Me dio mucha satisfacción que Diego me diera el 10. Las dos camisetas que usé se las voy a dar a mi mamá y a mi hermano”, dijo Messi aquel día en el Monumental. “Me jugué la vida por mi país, jugué infiltrado, lesionado. Ojalá que Leo haga eso y mucho más para el bien de los argentinos, ya que tenemos muchas expectativas con lo que pueda llegar a ser él para la selección argentina”, había dicho Maradona antes del partido del legado.

16/7/2011, 1-1 (4-5) con Uruguay por Copa América 2011, Estanislao López, Santa Fe

Drama y silbidos

En el Cementerio de los Elefantes, la selección que entonces dirigía Sergio “Checho” Batista fue eliminada en los cuartos de final de la Copa América en casa, por penales, ante Uruguay. Messi, que había metido el primer penal, lloró en el vestuario. Silbidos, abucheos, ira. Los hinchas le dijeron a la televisión española: Necesitamos un 10, no es Messi” “es un fracaso, no tiene huevos, alma”, “agarra la pelota y no la tiene como en el Barcelona”, “es un invento, una falta de respeto que lo comparen con Maradona”, “no tiene la sangre que tenía Maradona”, “es un pecho frío, camina la cancha”, “nos mandan al doble”, “no ganamos nada con Messi en la selección” y, finalmente, “¡Messi, andate!”. ¿Por qué juega con tanta imprecisión, por qué no canta el himno, por qué agacha la cabeza, por qué no juega como en el Barcelona? Era un tema de debate nacional. Aquella eliminación de la Copa América dejó un editorial de Fernando Niembro, periodista que, años más tarde, bajó una candidatura por el PRO envuelto en un caso de corrupción: “Decepción, falencias y frustración”. “Las críticas de la gente me molestan a mí y a todos, pero somos conscientes de que no hicimos las cosas bien. Ya viví situaciones parecidas, muchas, pero eso no me hace cambiar cada vez que hay que venir a la selección. Vengo a la selección porque lo siento, porque quiero jugar, y siempre intentar lo mejor”, sostuvo Messi, antes de partir.

12/10/2012, 3-0 a Uruguay por Eliminatorias 2014, Malvinas Argentinas, Mendoza

Tiro libre deluxe

Ya con Alejandro Sabella como técnico de la selección, Messi deslumbró con un segundo gol (después de haber marcado el primero, tras un “toco y voy a buscar” con Ángel Di María) en el 3-0 frente a Uruguay en Mendoza: de tiro libre, por debajo de la barrera. Esa noche hubo magia de Messi. Con su primer doblete en un partido oficial (ya había hecho dos goles en el amistoso ante Argelia en Barcelona en 2007), más los dos tripletes de ese año, en amistosos frente a Suiza en Berna y contra Brasil en Nueva Jersey, se empezó a analizar y a estudiar a un Messi que rompía récords (hoy es el máximo goleador histórico de la selección y el futbolista con más presencias con la camiseta argentina). “Messi está por encima del partido -decía Diego Latorre en el comentario televisivo de aquel partido-, Messi está por encima de las palabras, Messi está por encima de la selección argentina”. En 2012, Messi ganará su segundo Balón de Oro consecutivo (y sumará, en total, ocho).

1/9/2016, 1-0 a Uruguay por Eliminatorias 2018, Mendoza

El regreso

Con el pelo rubio, fue la noche del regreso de Messi a la selección, el primer paso para volver a intentar un título. Poco más de dos meses atrás, tras la derrota ante Chile en la Copa América de Estados Unidos 2016 -la tercera final perdida de manera consecutiva-, el 10 había renunciado a la Albiceleste. Edgardo Bauza, técnico debutante aquella noche en Mendoza tras la salida de Gerardo Martino, tuvo su parte: había acudido a Barcelona para convencer a Leo de que regrese a la selección. “Por un lado pensaba que tenía que dar el paso al costado, pero por otro decía que no me podía ir así, que tenía que intentarlo”, diría después. Messi volvió contra Uruguay y anotó, con un rebote en José María Giménez, el gol del 1-0. El público lo ovacionó. «La gente me demostró un cariño impresionante. No engañé a nadie con lo que dije en ese momento, lo sentía. Pero después recapacité, viendo lo que este grupo, la charla con el Patón y el cariño de la gente», dijo Messi, entonces platinado.

5/10/2017, 0-0 con Perú por Eliminatorias 2018, Bombonera, Buenos Aires

La angustia

Ya sin Bauza, pero con Jorge Sampaoli como técnico, Argentina llegó a la anteúltima fecha del camino a Rusia 2018 con el estado emocional tan alterado que decidió cambiar de estadio como quien visita a un chamán para sacudirse la energía negativa. La selección abandonó su histórica casa desde el Mundial 78, el Monumental, y pasó a ser local en la Bombonera, de cuyas tribunas más verticales y cercanas al campo de juego se esperaba que actuaran como una escenografía intimidante para Perú. A falta de un cuadro confiable, Argentina apuntaba al marco. Eran épocas en que Messi actuaba de director de una sinfónica en el Barcelona pero en la selección se apelaba a la acústica de los estadios. El cambio, sin embargo, no se tradujo en una victoria. Con Darío Benedetto y Emiliano Rigoni en ataque, Messi tuvo varias chances, incluido un remate en el palo. El 0-0 con Perú dejó a la selección hasta afuera de la zona de repechaje, aunque con chances de clasificarse en la última fecha, ante Ecuador: en Quito, al fin, llegarían los tres goles de Messi  y el pasaje a Rusia.

8/10/2020, 1-0 a Ecuador por Eliminatorias 2022, Bombonera

Un nuevo inicio

En tiempos de pandemia, y con la Bombonera vacía, un partido hoy olvidado por muchos marcó un comienzo simbólico: el debut de Lionel Scaloni como técnico en partidos oficiales en el país, ya ratificado por la AFA tras una aceptable Copa América en 2019. Con el fútbol también paralizado por el coronavirus, Messi volvió a la selección después de casi un año y aportó, de penal, el gol de la victoria, el primer paso rumbo a la clasificación a Qatar, un paraíso entonces desconocido. “Fue un año complicado por lo que estamos viviendo. Les mando mucha fuerza a todos los argentinos», dijo tras el partido.

16/11/2021, 0-0 con Brasil por Eliminatorias 2022, estadio Bicentenario, San Juan

El prólogo de la eternidad

Flamante campeona de América tras el título conseguido en Brasil, un empate contra los pentacampeones del mundo selló la clasificación al Mundial de Qatar con cuatro fechas de anticipación. Pero ya la energía era otra: la selección había vuelto a enamorar a la gente, había ganado un título después de 28 años, le había dado a Messi la reivindicación que merecía, llevaba 27 partidos invicto y había descubierto a un técnico que estaba fuera de todos los planes y que, ya clasificada, se anima a mirar con buenas perspectivas a Qatar. El mundo se había invertido: sin felicidad en el París Saint Germain, la selección era su refugio.

15/10/2024, 6-0 a Bolivia por Eliminatorias 2026, Monumental

El idilio

Con Argentina ya campeona del mundo 2022 y flamante bicampeona de América 2021-2024, Messi volvió a jugar en la selección tras haberse lesionado en la final ante Colombia, en Miami. Lo hizo contra su víctima favorita, Bolivia: le anotó tres goles, como ya había hecho en 2021, también en el Monumental. En el país había convertido por triplicado, además, ante Haití en la Bombonera, pero en un amistoso de 2018 -el récord, con cinco ante Estonia, fue en España-. Ya en estado de enamoramiento total, de leyenda viviente, el estadio volvió a entregarse: “Que de la mano de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar”. Con 37 años y el fuego sagrado intacto, dijo: “Es muy lindo venir acá. A pesar de la edad, parece que soy un pibe por las boludeces que hago en este plantel. Me siento cómodo con ellos. ¿El Mundial? No me puse fecha, ni plazos. Quiero disfrutar, sentir el cariño de la gente, porque no sé si puede ser lo último”.

 

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